Nudo De Viboras читать онлайн

Скачать книгу Nudo De Viboras

, cerca de una mesa llena de frascos con medicinas, sin afeitar, maloliente y esclavo de numerosas manías repugnantes. Pero no os confiéis: consigo rehacerme después de mi crisis. El procurador Bourru, que me creía muerto, me ve de nuevo revivir, y durante horas tengo, en los sótanos de los bancos, la fuerza suficiente para cortar yo mismo mis cupones.Es necesario que viva el tiempo suficiente para poder terminar esta confesión, para obligarte, en fin, a que me escuches; a que me escuches tú, con quien durante varios años he compartido mi lecho, tú, que nunca has dejado de decirme por la noche, en cuanto me acercaba:Tengo mucho sueño, me estoy durmiendo; me duermo…Y lo que apartabas de ese modo eran más mis palabras que mis caricias.Cierto es que nuestra desgracia nació en esas conversaciones interminables en que nosotros, jóvenes esposos, nos complacíamos. Dos niños: yo tenía veintitrés años; tú dieciocho, y tal vez el amor fuera para nosotros un placer menor que esas confidencias, esos abandonos. Como en las pueriles amistades, nos habíamos jurado decírnoslo todo. Yo, que tenía tan poco que poder confiarte, me veía obligado a embellecerlo con miserables aventuras; no dudaba de que tú estabas tan desprovista como yo. Incluso no había supuesto que nunca hubieses podido pronunciar otro nombre de muchacho antes que el mío; no lo creí hasta la noche…Era en esta misma alcoba donde ahora escribo. Ha variado el papel de las paredes; pero los muebles de caoba continúan en el mismo sitio. Sobre la mesa había un jarro de cristal opalino y este juego de té, ganado en una rifa. El claro de luna iluminaba la estera. El viento del Sur, que atraviesa los eriales, traía hasta nuestro lecho el olor de un incendio.Rodolfo, el nombre de e
1 5 4 5 6 7 8 9 10 ... 182 183
Навигация с клавиатуры: следующая страница - или пробел, предыдущая -
Тёмный фон Светлый фон

Загрузка

Загрузка ...